José Francisco Porras tiene impregnado los valores de Saprissa desde su época como jugador y, actualmente, los sigue predicando como secretario técnico del club. Porritas fue un extraordinario guardameta, pero esa palabra se queda corta para describirlo como persona.
El trabajo fuerte siempre lo ha caracterizado y en cualquiera de los puestos que ha desempeñado dentro de la institución ha dado el máximo para poner a Saprissa en lo más alto siempre. Conoce al dedillo la historia del club, una de la cual meritoriamente forma parte.
Su paciencia fue y sigue siendo una de sus principales virtudes. Fue suplente durante muchos años de otro histórico: Erick Lonnis. Pero cuando le tocó la oportunidad de defender el arco del Monstruo no soltó ese chance y lo aprovechó para escribir su nombre en los libros del equipo más ganador de Costa Rica.
“Solo Dios y mi familia saben la paciencia que he tenido para buscar la oportunidad de consolidarme en el equipo. Muchos pensaron que yo era el segundo detrás de Lonnis, pero siempre entrené a consciencia y muy fuerte, como si fuera el titular”, dijo Porras en una entrevista realizada por el periodista Juan Diego Villareal del extinto Diario Al Día en el 2003.
Y sí que lo hizo con creces. Ese trabajo silencioso y su esfuerzo tuvieron réditos.
“Cuando recibió la oportunidad, demostró que se trataba de un arquero de condiciones extraordinarias”, de esta forma lo describe el “Libro Morado” de nuestra institución publicado por el historiador José Pastor en 2010.
Fue fenomenal bajo los tres tubos, ganó un total de ocho títulos nacionales con la ‘S’ en su pecho y fue fundamental a nivel internacional para obtener la memorable Copa de Campeones de la Concacaf en el2005 y, posteriormente, subirse al podio en el Mundial de Clubes de la FIFA ese mismo año en suelo japonés.
Su buen nivel lo llevó a defender el arco tricolor y estuvo presente en el Mundial de Alemania 2006.
Voz de mando, seguridad, estar presente cuando se le necesita y amor por estos colores son características que lo definen en su época como jugador y también como actual funcionario del club. Definitivamente, era un extraordinario que lo paraba todo, que se repuso a todo.