Marco Antonio Rojas Porras es uno de los grandes del Saprissismo que ni el pasar de los años le impiden ser recordado como lo que verdaderamente fue: un ídolo.
Su seguridad bajo los tres tubos, su elegancia y entrega, su voz de mando, pero sobre todo su historia respaldan el hecho de que pasen las décadas y el nombre de Marco Rojas esté escrito en letras doradas en la historia del equipo más ganador de Costa Rica.
Llegó al club en el año 1966, donde fue formado en nuestras divisiones menores y absorbió el ADN del Monstruo que posteriormente predicó al ser parte del Hexacampeonato. Rojas selló una carrera llena de triunfos, elogios, pero sobre todo valores.
El Libro Morado del Deportivo Saprissa publicado en el año 2010 lo describe como un guardameta que “volaba de palo a palo con un control impecable de sus movimientos”. Definitivamente sus habilidades deportivas eran superlativas, pero su inteligencia y don de liderazgo potenciaron sus impecables actuaciones con la ‘S’.
Debutó con el Monstruo en 1972 contra Cartaginés y un dato curioso de este ex guardameta en su primer juego profesional fue que, aunque nuestro clubcayó en ese encuentro (0-1), aquel joven portero destacó e incluso detuvo una pena máxima al brumoso Juan León Azofeifa.
Logró el título nacional en los años 1972, 1973, 1974, 1975,1976, 1977 y 1982. A nivel internacional, fue campeón de la Fraternidad Centroamericana en los años 1972,1973 y 1978.
“Sus intervenciones eran tan espectaculares, como oportunas. Su estilo era el de un artista que no se resigna a trabajar en el marco”, lo describe el Libro Morado.
Con la Selección Nacional de Costa Rica fue más que notable y varias de las victorias más recordadas de la Tricolor en la época de los 70’s y 80’s tuvieron como actor principal a Rojas. Una de ellas el triunfo nacional contra Italia en las Olimpiadas de Los Ángeles 84, donde lo detuvo todo. Como acostumbraba a hacerlo.
Don Marco es uno de esos personajes que siempre tuvo los pies en el suelo, pero que demostró que en el Saprissismo el cielo no es el límite.