En la historia del Deportivo Saprissa, pocos nombres resuenan con tanta fuerza como el de Juan Gutiérrez, un guardameta que marcó una época y consolidó su legado en la portería Morada.
Su llegada al club en 1970, proveniente de Barrio México, representó un hito fuera de las canchas, pues Saprissa desembolsó 100,000 colones, una cifra récord para la época, superando a Liga Deportiva Alajuelense en la disputa por su fichaje.
Gutiérrez, conocido por su agilidad, seguridad en el juego aéreo y reflejos sobresalientes, no tardó en convertirse en un referente. Fue pieza fundamental del Saprissa durante su histórico hexacampeonato entre 1972 y 1977, estableciendo un récord de 800 minutos sin recibir gol en el campeonato nacional de 1972.
Además, brilló en partidos internacionales contra equipos como Santos y Cruzeiro de Brasil, dejando huella en las competiciones internacionales.
Con la selección nacional, Gutiérrez también destacó al participar en dos eliminatorias mundialistas y coronarse campeón del torneo NORCECA en 1969. Su versatilidad lo llevó a incursionar en otros deportes, como el voleibol y el softbol, donde también dejó su marca al integrar las selecciones nacionales de estas disciplinas.
Aunque en sus últimos años en el Saprissa cedió la titularidad al joven Marco Antonio Rojas, Gutiérrez mantuvo su legado intacto. Tras su retiro del fútbol profesional en 1980, continuó vinculado al deporte, jugando con equipos de veteranos y colaborando con clubes como Sarchí y Barrio México en la Segunda División.
Juan Gutiérrez, cuya trayectoria representa dedicación y excelencia, es recordado no solo como un guardameta excepcional, sino también como un ícono de la era dorada del Saprissa y del fútbol costarricense.