Rodolfo “El Cholo” Sanabria fue un guardameta seguro, pero sobre todo espectacular. No era muy alto, tampoco gozaba de un cuerpo notable, pero con lo que sí contaba era con unos reflejos que lo llevaron a convertirse en uno de los mejores guardametas de la época en la cual jugó.
Sanabria formó parte del equipo del Deportivo Saprissa que alcanzó los títulos de tercera, segunda y primera división en un periodo de apenas seis años (finales de los 40’s e inicios de los 50’s). Se le consideró el último defensor y el primer atacante de un equipo que marcó historia en estas tres categorías y se convirtió en el primer guardameta del Monstruo en alzar un cetro de máxima división costarricense.
Y definitivamente su nombre destaca en las primeras hojas delos libros de la historia Morada, por ejemplo en el texto “Historia del Deportivo Saprissa: 1932-1987” lo describe como un arquero “brillante y espectacular”.
“Levantaba al aficionado de su asiento. Representaba el lucimiento y la seguridad bajo los tres tubos”, se lee en dicho documento.
Otra característica que definía a Sanabria y que lo hizo repercutir en la historia moderna del club es que este portero tenía una potencia en el salto que lo convirtió en un muro infranqueable para las ofensivas contrarias.
“Quienes lo vieron jugar lo definen como un adelantado a su tiempo, con una visión de todo el terreno de juego y un instinto casi felino frente a los delanteros rivales”, publicó “El Libro Morado” al rememorar a este imponente guardameta en el año 2010.
Rodolfo “Cholo” Sanabria fue indiscutible desde 1947 hasta 1953, año en el que alternó la portería con otro histórico: Mario “Flaco”Pérez.
Se retiró jugando con la ‘S’ el 13 de mayo de 1956 en un juego contra la Liga Deportiva Alajuelense.
También fue protagonista con la Selección Nacional, equipo al que representó en diversas competiciones internacionales como los Juegos Panamericanos de Buenos Aires en 1951, siendo uno de los dos guardametas de un conjunto patrio que se dejó una histórica segunda casilla.
Definitivamente el legado de “Cholo” sigue vigente en la historia de una posición como la de guardameta que nos enseñó que en Saprissa el cielo no es el límite.